Utilizo el término underground por ser más amplio que el de contracultura. De hecho, el término contracultura es una desafortunada traducción española del inglés 'counter culture'. En inglés se diferencia entre 'counter' y 'against'; 'against' es contra, en cambio 'counter' significa contrapeso, equilibrar por compensación. En este sentido, el término inglés contracultura significa el intento de equilibrar la cultura occidental compensándola en aquellos aspectos cuya carencia está provocando su declive. En la traducción española la idea ha adquirido connotaciones de movimiento anticultural, de ir contra toda cultura y no sólo [contra] los aspectos nocivos de ésta...
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Este libro intenta desentrañar las diversas corrientes de pensamiento que confluyen en el movimiento underground. Se consideran tres afluentes principales: las filosofías de tipo individualista, románticas, anarquistas y amorales que culminan en Hesse; las filosofías orientales, que más allá de collares y poses, han influido seriamente en el underground al darle una visión alternativa del mundo, basada en flujo y transformación en vez de la inmutabilidad griega y las dualidades judeocristianas; y, por último, las filosofías psicodélicas, nacidas de los experimentos realizados con sustancias que cambian las conexiones cerebrales y que confirman la existencia de diferentes estados de consciencia, planteando un relativismo de la realidad en contra del dogma positivista de la inmaculada percepción. De hecho, todas estas filosofías son irracionales, cuestionan el monopolio del racionalismo como único método de conocimiento y reflejan la lucha del underground contra la razón convertida en gendarme al servicio de las clases dominantes; dominación mucho más perversa y sutil que la física, que no necesita de policías ni cárceles, porque está en el interior del propio cerebro.
Desde Anagrama.
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